Usa Lubricantes y Humectantes Vaginales:
La sequedad vaginal es muy común, pero los lubricantes a base de agua o silicona pueden hacer maravillas. Además, los humectantes vaginales pueden ayudar a mantener la humedad a largo plazo.

Considera Terapias Hormonales:
Algunas mujeres encuentran alivio con la terapia de reemplazo hormonal. Existen diferentes terapias con estrógenos ya sea locales (cremas, anillos, tabletas vaginales) o sistémicos (píldoras, parches).
Es importante consultar con tu médico para ver qué es lo mejor para cada una.

Cuida tu Salud Vaginal:
Los ejercicios de Kegel son geniales para fortalecer los músculos del suelo pélvico, mejorando el control urinario y la sensación durante las relaciones sexuales. Además, usa productos de higiene íntima adecuados y evita jabones fuertes para mantener un ambiente vaginal saludable.

Comunicate abiertamente con tu pareja:
Habla con tu pareja sobre lo que estás pasando y tus necesidades sexuales. La comprensión y el apoyo mutuo son fundamentales

Busca apoyo profesional:
La terapia sexual o de pareja puede ser muy útil. Un terapeuta puede ayudar a resolver cualquier preocupación emocional o relacional que esté afectando tu vida sexual.

Practica el Autocuidado:
Hacer actividades que promuevan el bienestar físico y mental, como ejercicio, meditación y hobbies, puede mejorar tu autoimagen y estado de ánimo, lo cual impacta positivamente en tu deseo sexual.

¡Puedes estar tranquila!

La menopausia no tiene que marcar el fin de tu vida sexual. Es una etapa de transición que requiere algunos ajustes y comprensión. Con el conocimiento adecuado, una buena comunicación con tu pareja y disposición para explorar nuevas formas de intimidad, puedes mantener una vida sexual saludable y satisfactoria. Escucha a tu cuerpo, cuida tus emociones y mantén una actitud positiva. ¡Nos lo merecemos!

Espero que estos tips te sean útiles.
¡Un abrazo!